a edición del próximo año del Dakar se disputará íntegramente en territorio de Arabia Saudí, que repetirá como sede del rally por etapas más importante del mundo y que estaba previsto extenderse a otros países de Oriente Medio pero que ha impedido la pandemia de COVID-19
Del 3 al 15 de enero.
El rally empezará el 3 de enero en Yeda, como ya ocurrió en la pasada edición, pero en esta ocasión el pulmón económico del país será también el escenario del podio definitivo el 15 de enero.
Entre medias, un recorrido por la inmensidad saudí, con una jornada de reposo en los tesoros arqueológicos de la ciudad oasis de Ha’il prevista para el 9 de enero. Los detalles de la edición serán desvelados en noviembre
El director de la carrera, David Castera, que este jueves presentó la edición junto al ministro saudí de Deportes, Abdulaziz bin Turki Al Faisal Al Saud, reconoció a Efe que su objetivo era que para esta segunda edición en la región otros países se sumaran a la organización.
«Teníamos programado que el Dakar fuera a tres países, o al menos dos. Pero desgraciadamente no hemos podido ir. Tuvimos que buscar una solución rápida y tendremos un segundo Dakar solo en Arabia Saudí, pero es un país inmenso con mucho desierto», afirmó.
Tras diez ediciones en Sudamérica, que en 2009 tomó el relevo de África, el rally comenzó este año una nueva etapa en Oriente Medio, con Arabia Saudí como centro neurálgico.
Los organizadores, la misma empresa que posee, entre otras competiciones, el Tour de Francia de ciclismo, anunciaron entonces su intención de ir incorporando a Jordania, Omán y Emiratos Árabes Unidos.
Castera reconoce ahora que la pandemia les ha obligado a retrasar un año ese proyecto, pero dio por «prácticamente seguro» que se retomará en 2022.
En 2021 el rally hará un bucle por el país, pero su director promete que lo hará por pistas «totalmente diferentes» que este año, aunque algunas ciudades repetirán en el recorrido.
«El país es lo suficientemente grande como para no tener que pasar por el mismo sitio. Hemos intentado alternar todo lo que podíamos encontrar, con el objetivo de que fuera menos rápido, más técnico y todo lo variado posible», aseguró.
Su obsesión es que los competidores se vean obligados a apoyarse en la técnica y la navegación más que en sus habilidades como pilotos, porque eso hace, a su juicio, más interesante la competición.
Castera reconoció que la segunda semana de la pasada edición fue «demasiado rápida» y pretende emular el espíritu que se vivió durante la primera parte de ese rally, en el que se impusieron el español Carlos Sainz en la categoría de coches y el estadounidense Ricky Brabec en la de motos.
«En cada etapa hemos buscado todo lo que nos propone un desierto, dunas, partes rápidas, otras lentas, piedras, montaña… hemos intentado que en cada etapa hubiera un poco de todo eso», dijo.
La navegación será decisiva
Los participantes solo descubrirán el libro de ruta diez minutos antes del inicio de cada especial, lo que dará un mayor significado a la navegación.
Castera augura que «el piloto o tándem más completo será el que gane», frente a aquellos más especializados en un tipo de recorrido.
El toque final a la ruta lo darán a partir de septiembre, puesto que la pandemia también les ha impedido hacer los tradicionales reconocimientos y les ha obligado a diseñar el rally a partir de mapas satelitales del país.
«Por ahora, todo es virtual y sabemos que cuando vayamos al terreno vamos a tener que cambiar algunas cosas. Estimamos que el 85 % está hecho, pero hay una parte que tendremos que modificar», dijo Castera, que señaló que, en 15 días, deberán hacer el trabajo de reconocimiento que normalmente les lleva tres meses.
También están preparados para que en enero, cuando se lance la carrera, la pandemia les obligue a tomar algunas precauciones particulares, pero Castera destacó que cuentan con el total respaldo de Riad.
«Han elegido el Dakar como uno de los objetivos prioritarios para el país, con otros eventos, como la Formula E o la Copa del Rey de España de fútbol. Han tenido que anular otros más pequeños. Pero desde el inicio nos dijeron que el Dakar era una prioridad», dijo el expiloto, que admitió que, presupuestariamente, tendrán que adaptarse a la nueva situación.
Tampoco esconde que se mantendrán las críticas por apoyarse en un país que está en el punto de mira de muchas ONG por no respetar los derechos humanos.
«Es un país que ha evolucionado este año, con medidas que van en el buen sentido. Hay que dejarles el tiempo de evolucionar. Hay otros países muy fáciles de criticar. Pero van en el buen camino y hay que darles tiempo«, señaló.