El Vaticano abrirá su observatorio astronómico al público

Ver las estrellas a través de los telescopios de los papas será posible cuando abra al público en las noches del próximo verano la «Specola Vaticana», el observatorio astronómico de la Santa Sede, situado en el palacio apostólico del Castelgandolfo.

La «Specola Vaticana», fundada en 1578, «es un símbolo del cambio radical que hizo la Iglesia en su relación con la ciencia y las acusaciones de oscurantismo», explica el subdirector de la Specola, el jesuita Paul Mueller, a un grupo de periodistas, entre ellos EFE, a quienes se abrieron las puertas del centenario observatorio.

Ahora este observatorio, uno de los más antiguos del mundo quiere acercarse al gran público y dar visibilidad tanto a su fascinante historia como a sus cuatro telescopios, que han sobrevivido a los avances tecnológicos e informáticos y que a pesar de que se mueven manualmente y con poleas funcionan aún a la perfección.

La Specola organiza cada verano cursos para estudiantes y seminarios, como el último de la semana pasada sobre «el cuidado de Meteoritos y muestras Extraterrestres» que congregó a un grupo internacional de 30 expertos, representantes de 27 instituciones científicas de todo el mundo.

Hasta ahora en las visitas, muy limitadas, se podía observar el museo y ver dos de los telescopios que se encuentran en los jardines de la que fue la residencia de verano de los papas hasta la llegada de Francisco.

Pero ahora la cúpula de madera se abrirá, empezará a rotar, y se podrán observar las estrellas con uno de los telescopios más antiguos y protagonista de la que fue la mayor aventura espacial del Vaticano.

Se trata de uno de los telescopios fabricados por los hermanos Paul y Prosper Henry en Francia, con una abertura de 330 mm y una longitud focal de 3,4 m, y que fueron instalados en varios observatorios del mundo en 1887 para realizar el que sería uno de los más importantes proyectos mundiales de catalogación astrográfica, la «Carte du ciel» (La mapa del cielo).

El cosmólogo Gabriele Gionti, jesuita como todos los que trabajan en la Specola, explica que aún no se han definido los detalles para las visitas nocturnas, pero ya se está trabajando para hacerlas «algo más modernas y a la mano» y divertido muestra un joystick (mando) de la Playstation.

Mientras que en la misma sala una foto recuerda al jesuita Giuseppe Lais a principios del siglo XX tirado en el suelo maniobrando el telescopio, los visitantes podrán orientar esta joya de la astronomía de 130 años de manera más rápida con los botones de un mando.

El proyecto «Carte du ciel» duro cerca 50 años y nunca fue finalizado, pero el Vaticano pudo localizar y catalogar en la porción de cielo que le fue asignada un total de 256.000 estrellas.

La Specola se fundó en 1578, cuando el papa Gregorio XIII hizo erigir en el Vaticano la Torre de los Vientos y encargó a los jesuitas astrónomos y matemáticos del Colegio Romano que preparasen la reforma del calendario promulgada después en 1582.

«Pero además fue un gesto político y de reivindicación del Estado vaticano ya que todos los países poderosos tenían su observatorio astronómico», explica su subdirector.

Desde el Vaticano, el observatorio fue trasladado al palacio apostólico de Castelgandolfo en 1935 para poder tener desde esta colina una mejor visión del cielo, pero la contaminación luminosa de Roma hizo que a principios de los años 80 la investigación astronómica vaticana buscase nuevos lugares.

De esta manera, el antiguo observatorio vaticano se convirtió en uno de los más a la vanguardia al trasladarse de Castelgandolfo y crear el «Vatican Observatory Research Group (VORG)» en Tucson, en Arizona.

Desde 1993 en colaboración con el observatorio Steward de la Universidad de Arizona se cuenta con Telescopio Vaticano de Tecnología Avanzada (VATT) en el Monte Graham, el mejor sitio astronómico del continente.

Asegura a EFE el cosmólogo Gionti que la Specola puede «defender la astronomía más que otros observatorios porque es totalmente independiente de las posibles presiones, influencias y las competiciones que existen en otros institutos».

Pero para los estudiosos de la Specola, aunque en la investigación se separa totalmente la parte teológica «cuando es creyente mira el cielo y el universo y estudia la cosmología observa que hay una simetría muy bella que puede ser espejo de la perfección de Dios y el amor de Dios».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *