Un total de 1.500 pacientes de la COVID-19 participan en una investigación que testa un prototipo de hisopo -bastoncillo que recoge la muestra en la nariz para hacer la PCR- de resina imprimido en 3D, que podría ser un complemento y contribuir a tener suficientes reservas si hay un nuevo brote de la pandemia.
Este proyecto, que llevan a cabo el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR) y el Hospital San Pedro de Logroño, es el primero en España que ya valida este tipo de hisopos directamente con pacientes, según los datos que les constan a sus responsables.
Los primeros resultados de esta investigación, en la que ya han participado 400 pacientes de coronavoirus, sintomáticos y asintomáticos, son «prometedores», ya que se está constatando que no son inferiores a los hisopos comerciales