La contaminación en las ciudades a consecuencia del tráfico rodado se ha desplomado hasta «mínimos históricos» durante los primeros días del confinamiento según los datos analizados por Greenpeace en Madrid y Barcelona que apuntan a que los valores de dióxido de nitrógeno (NO2) no llegan ni al 40 por ciento de los valores aconsejados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Unión Europea.