La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, se ha visto obligada a cambiar sus planteamientos iniciales y ha tranquilizado a los mercados de deuda con estímulos monetarios por 1,1 billones de euros.
La extensión de la pandemia de coronavirus ha llevado al BCE a lanzar un ingente programa de compra de deuda pública y privada para evitar que se disparen las primas de riesgo de los países de sur de Europa, como ocurrió tras la crisis financiera.