Una de las consecuencias que está dejando la crisis sanitaria de la COVID-19 ha sido el aumento de personas que practican deporte al aire libre, algo que ha beneficiado especialmente al sector del ciclismo.
Ese auge por la bicicleta ha hecho que se aumenten las ventas un 200%, según la Asociación de Marcas de Bicicletas de España (AMBE), y que muchas marcas se hayan quedado sin oferta de productos en su gama media.