Mireia Belmonte hizo historia y se convirtió en la primera nadadora española en colgarse una medalla de oro olímpica, tras imponerse este miércoles en la final de los 200 mariposa de los Juegos Olímpicos de Río.
Un triunfo que premió el trabajo infatigable de una nadadora siempre dispuesta a explorar sus límites tanto físicos como mentales, a romper la zona de confort, el paso que distingue a los buenos deportistas de los campeones.