Los zumos no solo aportan un gran número de beneficios al organismo. Ahora son tendencia. Si paseas por cualquier zona de moda de una gran ciudad, no pasarán desapercibidos distintos locales –pequeños normalmente- especializados en hacer zumos naturales de frutas y verduras crudas. Y aunque es muy cool el plan de sentarte en una terraza con tu smoothie verde, realmente lo que están haciendo es muy saludable para su organismo, al margen del postureo.
Os dejamos el top 5 de los zumos que –además de poder hacerlos en tu casa- son lo más del momento:
- El Rojo: Zanahoria, tomate y uva. Pelas el tomate y la zanahoria, y junto a las uvas se rehoga con un poquito de aceite de oliva y unas rodajitas de cebolla, especiado a tu gusto. Se pasa por el pasapurés –no por la batidora que introduce aire- y lo pones de nuevo a hervir con una cucharadita de azúcar. Enfriar o congelar, a tu gusto.
- El verde: melón piel de sapo, manzana, apio, limón y espinacas. Lavar, pelar y cortar en trozos pequeños los ingredientes. Introducirlos poco a poco en la licuadora, sin que las espinacas sean las primeras o las últimas. ¡Ojo! Licuar y tomar.
- El amarillo: Mango y piña. Especial para niños, y no tan niños. Facilón. Triturar el mango y la piña (si es en conserva con su jugo, sino añadir agua) y un toque de azúcar al gusto.
- El blanco: plátano, pera, mantequilla de almendra y un toque de leche de coco. Pelar, triturar, mezclar bien, dejar en friar… ¡Y a disfrutar!
- El naranja: Podíamos dejarlo en el clásico, que es la estrella de los zumos… Pero nos vamos a ir un poco más allá. Melocotón, albaricoque, bayas de goji y granada. Uno de los que te volverán loco.
Y cuidado con los mitos. Cuando eras pequeño y tu madre te decía que te bebieras rápidamente el zumo de naranja porque se perdían las propiedades, pues no. A no ser que lo sometas a temperaturas extremas, la pérdida de las propiedades es inapreciable.
Esto es mundo infinito que admite múltiples combinaciones, y de todas ellas seguro que sales beneficiado. Lo importante es probar y mejorar la receta, por supuesto, siempre a gusto del consumidor.