Llegados de cada rincón del país, los maestros de la parrilla argentina apostaron hoy los hierros, la carne y las brasas a los pies del famoso Obelisco de Buenos Aires, dispuestos a coronarse como los reyes del asado, todo un ritual cultural que supera el concepto de «plato más típico» de Argentina.
Arropados por miles de personas que se congregaron en la inmensa Avenida 9 de Julio como si tratara de una gran familia argentina de las que se reúnen junto a la parrilla cada domingo, 24 parejas de asadores -representantes de las 23 provincias y de la ciudad de Buenos Aires- disputaron el primer premio del Campeonato Federal del Asado entre chorizos, tira de asado y «chinchulines» (pieza de intestino).