El primer vuelo sin escalas programado entre el Reino Unido y Australia aterrizó en el aeropuerto londinense de Heathrow, según informó la aerolínea australiana Qantas, responsable del trayecto.
El avión completó su viaje de 14.498 kilómetros, desde la ciudad australiana de Perth hasta la capital británica, en poco más de 17 horas.