Los líderes mundiales, reunidos en Naciones Unidas, prometieron más apoyo para los refugiados y migrantes, pero evitaron por ahora suscribir compromisos concretos.
Con más personas desplazadas alrededor del mundo que en ningún momento desde la Segunda Guerra Mundial, la ONU celebró la primera cumbre de su historia dedicada a la situación de estas personas en un intento por reforzar la respuesta a la crisis y hacerla más justa.