Las más de doscientas mil hectáreas del Espacio Natural de Doñana han renacido de uno de los inviernos más secos de los últimos años gracias a las lluvias de 130 litros por metro cuadrado de media caídas la pasada semana.
Las intensas precipitaciones de mayo, que algunos puntos de Doñana han superado los 150 litros por metro cuadrado, han inundado decenas de miles de hectáreas de este espacio protegido, que permanecían secas desde el invierno y que constituyen uno de sus ecosistemas más importantes, pues albergan cientos de miles de aves durante la invernada y son la zona de nidificación y de alimentación de numerosas especies durante la primavera.