La cápsula Soyuz aterrizó el pasado miércoles satisfactoriamente en Kazajistán trayendo de nuevo a la Tierra a los astroanutas Sott Kelly y Mijail Kornienko sanos y salvos tras pasar casi un año en la Estación Espacial Internacional.
Ambos astronautas han pasado un total de 340 días en la ISS, el doble de lo que se suele estar en una misión de estas características. La razón de tan larga estancia se debe, fundamentalmente, a la preparación para viajes de más larga duración, como es el caso del viaje a Marte.
Durante sus días en el espacio, los astronautas se han sometido a estudios para saber cómo reacciona el cuerpo humano tantos días en órbita. Al encontrarse en situación de ingravidez, los huesos y los músculos son las partes del cuerpo que más se resienten, además de los fluidos corporales que se desplazan hacia la cabeza afectando a la visión de los astronautas.
Una de las partes curiosas de esta misión es que uno de los integrantes, Scott Kelly, tiene un hermano gemelo también astronauta, que se sometió a las mismas pruebas que él, pero en la Tierra, lo que permite conocer mucho mejor los cambios que experimentó el cuerpo de Kelly.
Foto: @nasa