España es el país con la segunda tasa de mortalidad más baja de la Unión Europea (UE), con 873 decesos por cada 100.000 habitantes y solo superada por Francia, con 859 casos, informó hoy la oficina de estadística comunitaria, Eurostat.
En tercera posición en la clasificación, elaborada con datos de 2015, se sitúa Italia, con 901 fallecimientos por cada 100.000 habitantes, seguida Suecia (927) y Luxemburgo (930), agregó Eurostat en un comunicado.
En el polo opuesto se coloca Bulgaria, el país con mayor tasa de mortalidad de la Unión Europea con 1.660 decesos por cada 100.000 habitantes, seguida de Rumanía (1.530), Hungría (1500), Lituania (1.490), Letonia (1489), Croacia (1.430) y Eslovaquia (1.390).
El informe de la oficina de estadística comunitaria arroja que 5.217.376 personas fallecieron en la UE en 2015, lo que supone un aumento de cerca de 272.000 individuos respecto al año anterior.
El 38 % de esos decesos correspondieron a personas entre 70 y 85 años, mientras que un 24 % se registraron entre individuos de menos de 70 años, agregó Eurostat, que señaló los infartos y derrames cerebrales, el cáncer y las enfermedades respiratorias como las principales causas de muerte en la UE.
Cerca de 1,9 millones de personas perdieron la vida en 2015 por culpa de por enfermedades relacionadas con el sistema de circulación, principalmente infartos y derrames cerebrales, lo que sitúa esas dolencias como las principales causas de muerte en la UE, con el 37 % del total.
Eurostat añadió que 1,3 millones de personas fallecieron por cáncer, segunda causa de mortalidad con el 26 % del total.
«Las enfermedades circulatorias fueron la principal causa de muerte en todos los Estados miembros de la UE excepto en Dinamarca, Francia, Holanda y el Reino Unido, donde lo fue el cáncer», precisó la oficina de estadística comunitaria.
El tercer mayor factor de mortalidad en la UE fueron los problemas respiratorios, con un total de 442.100 personas fallecidas, el 8 % del total.
También se registró un «significativo porcentaje de muertes» en la UE debido a accidentes y otras causas externas (230.000 decesos), a enfermedades relacionadas con el aparato digestivo (casi 219.000 muertes), enfermedades mentales o del comportamiento como la demencia (214.500) y dolencias del sistema nervioso, incluyendo el Alzheimer (213.000).