Una dama ricamente vestida y una indígena tatuada, es decir, María Luisa de Toledo, hija del Virrey Antonio Sebastián de Toledo, y su esclava. Estas son las protagonistas del cuadro sobre el que gira la muestra con la que el Museo de América invita a conocer el universo femenino de la América Virreinal.
Un lienzo por el que se interesó hace más de una década el comisario de la muestra «La hija del Virrey. El retrato femenino y el ajuar novohispano del siglo XVII», Andrés Gutiérrez, cuando trabajaba en el Museo del Prado, prestamista de esta obra que se recogió durante la Desamortización, en el Convento de Nuestra Señora de la Salutación, donde profesó como monja María Luisa de Toledo.