La Ópera de Viena celebró este lunes su primer concierto con público en tres meses, en forma de un exclusivo recital ante sólo cien espectadores debido a las restricciones de aforo como media contra la COVID-19.
«Es mejor que nada», resumió el director del teatro, Dominique Meyer, la semana pasada al presentar el programa especial para terminar esta inusual temporada y con la que el francés pone fin a diez años al frente de la Ópera.