El president de la Generalitat Valenciana, el socialista Ximo Puig, ha anunciado hoy que la Vuelta al Mundo a Vela (Volvo Ocean Race) seguirá saliendo desde la ciudad de Alicante en 2020 y 2023, con un canon por edición de 22 millones de euros.
En rueda de prensa, el jefe del Consell ha puesto así fin al misterio que rodeaba a la continuidad en la Comunitat de este gran evento, el último que sobrevive de la etapa del popular Francisco Camps, y que ha partido desde los muelles de Alicante en las ediciones de 2008, 2011 y 2014, a la espera de la también comprometida de 2017 (la última que había firmada hasta ahora).
Puig ha asegurado que la Comunitat realiza «un gran esfuerzo económico» para continuar albergando la salida de la prueba y ha añadido que lo hace a partir de un análisis económico que refleja que se puede «minimizar el gasto» y porque se trata del «mejor instrumento de posicionamiento de Alicante en el mundo».
Ha incidido en que si la salida de la Vuelta al Mundo a Vela «fuera una cuestión elitista, este gobierno no lo hubiera apoyado» y, en esta línea, ha recalcado que este «gran evento» será a partir de ahora «más integrado y con más participación de la ciudad».
Según Puig, se podrá mejorar el margen económico mediante «eficiencia en la gestión y capacidad de conectar» con nuevos patrocinadores.
En todo caso, ha asegurado que «nunca más» se repetirá el despilfarro que ha rodeado a anteriores ediciones, como el gasto de 516.000 euros para el acto de inauguración de 2008, del que ha dicho que fue gestionado por Orange Market.
Tampoco volverá a ocurrir que una salida se salde con unas pérdidas de 18 millones de euros, como ha dicho que ocurrió en 2014, ya que habrá una «optimización máxima» que permitirá, por ejemplo, que en 2017 el déficit se reduzca a una cuarta parte del canon.
El president ha manifestado que hasta ahora la diferencia acumulada entre ingresos y gastos de albergar la salida de la Vuelta al Mundo a Vela ha sido de 33 millones de euros negativos para la Generalitat.
«En el futuro pensamos que se puede llegar a una operatividad responsable» y ya la salida de 2017 «va a ser un año a toda vela en Alicante y la Comunitat Valenciana», en el que intentarán «alargar al máximo el impacto» económico de la prueba.
De esta manera, en las próximas semanas se constituirá una comisión para que durante los 15 días en que se abre al público el ‘village’ de la carrera, la más extrema del calendario internacional, Alicante sea «el gran escaparate de los sectores productivos» valencianos.
Esta comisión tendrá como objetivo «sacarle todo el jugo posible desde el punto de vista turístico, cultural y comercial como gran escaparate» de «trascendencia mundial».
La comparecencia ante los medios se ha producido en la sede del Consell en Alicante junto al alcalde local, el también socialista Gabriel Echávarri, quien no ha podido ocultar su satisfacción, el presidente del puerto, Juan Antonio Gisbert, y el director general de la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunitat (SPTCV), Antonio Rodes.
El próximo sábado se reunirá el consejo de administración de SPTCV para cerrar el acuerdo con la organización de la prueba, que desde hace unos años tiene su sede en la ciudad.
Por su parte, el alcalde Echávarri ha agradecido al president su implicación con la prueba y la ciudad «en estos tiempos difíciles», y ha agregado que hay una «apuesta decidida para gestionar bien» el evento.
También ha afirmado que la prueba tiene una «repercusión mundial» y se ha comprometido a trabajar para «difundir, promocionar e involucrar» a toda la ciudad para que la Vuelta al Mundo a Vela se erija en «un proyecto inclusivo que debe marcar un antes y un después en la gestión de los grandes eventos».