Los hoteles españoles ocuparon en agosto pasado el 79 % de sus habitaciones, lo que supone su máximo histórico desde que se hace esta serie, en enero de 1999, según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El anterior dato más alto se produjo en agosto de 1999, cuando se ocupó el 78,8 % de las habitaciones, según la Encuesta de Coyuntura Turística Hotelera, que también revela que las pernoctaciones crecieron en julio y agosto un 5,4 % con respecto al mismo periodo del año anterior, animadas tanto por el turismo nacional como por el extranjero.
En los ocho primeros meses del año, las pernoctaciones aumentaron un 7,8 % con respecto al mismo periodo del año anterior.
Sólo en agosto se registraron 46,4 millones de pernoctaciones en hoteles, un 3,8 % más que en el mismo mes de 2015, gracias al incremento de las de los turistas no residentes, del 6,3 %, ya que las de los españoles cayeron un 0,3 %, con lo que ya llevan 25 meses al alza.
La estancia media se mantuvo con respecto a agosto de 2015, situándose en 3,8 pernoctaciones por viajero.
Los precios hoteleros subieron un 6,9 % con respecto a agosto de 2015 y encadenaron 29 meses al alza.
Andalucía, Cataluña, la Comunidad Valenciana y Galicia fueron los destinos principales de los viajeros residentes en España en agosto, aunque sólo aumentaron los hospedajes en Cataluña, un 2,3 %, mientras que en el resto disminuyeron un 4,7 %, un 0,8 % y un 5,8 %, respectivamente.
El principal destino elegido por los viajeros no residentes fue Islas Baleares, con un 34,6 % del total de pernoctaciones.
En esta comunidad las pernoctaciones de extranjeros subieron un 3 % con respecto a agosto de 2015.
Los siguientes destinos de los turistas extranjeros fueron Cataluña, con un 21,4 % del total de pernoctaciones y un crecimiento del 4,3 %, y Canarias, con el 19,8 % del total y un aumento del 10,7 %.
Por origen de los viajeros, los turistas procedentes del Reino Unido y Alemania concentraron el 27,2 y el 21,1 %, respectivamente, del total de pernoctaciones de los no residentes. El mercado británico creció un 9,4 % y el alemán, un 1,4 %.