Matar el cáncer a cañonazos 

La medicina española sigue a la vanguardia en cuanto a la investigación para la cura y los tratamientos contra el cáncer

En esta ocasión, investigadores de la Universidad de Zaragoza y de la Pompeu Fabra han desarrollado y patentado un generador de pulsos de alta tensión para destruir tumores sólidos de un modo más rápido, menos tóxico e invasivo que la quimioterapia y la radioterapia, mediante electroporación irreversible. 

Este fenómeno consiste en la muerte de las células al ser estas incapaces de reparar los daños que los campos eléctricos elevados provocan en su pared celular.

¿Por qué es mejor esta técnica?

La electroporación irreversible presenta importantes y beneficios para el paciente frente a otros tratamientos más agresivos, ya que ni es térmico ni utiliza fármacos. Además, podría aplicarse también en combinación con las terapias médicas habituales para lograr una efectividad mayor y mejorar significativamente los tiempos de recuperación

El desarrollo ha sido patentado –con un 66,6% por la Unizar y un 33,3% por la UPF-, despertando el interés de varias empresas, lo que permitirá avanzar en la investigación de la electroporación irreversible como herramienta eficaz en la lucha contra el cáncer

Por el momento, el generador ha sido probado con éxito en estudios in vivo demostrando su capacidad para destruir grandes volúmenes de tejido.

El súper cañón 

El sistema desarrollado permite la generación de pulsos de mayor tensión y corriente que los actualmente empleados en la clínica, permitiendo volúmenes de tratamiento mayores. 

Concretamente, el generador puede aplicar tensiones de hasta 12 kilovoltios pico a pico y corrientes de hasta 400 amperios, frente a los 3 kilovoltios y 50 amperios de los generadores en uso clínico. Además el generador permite adaptar la forma y número de pulsos a los requisitos del tratamiento.

Los inventores

Esta invención ha sido liderada por investigadores del Grupo de Electrónica de Potencia y Microelectrónica (GEPM) del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con el Biomedical Electronics Research Group (BERG) de la Universidad Pompeu Fabra, pioneros en el desarrollo experimental de la electroporación irreversible en España.

  

“Las ventajas respecto a otros tratamientos, comparado con la quimioterapia, por ejemplo, es que es más localizado y menos lesivo, porque no implica calentamiento térmico a diferencia de la radioterapia o de la radiofrecuencia. Son pulsos de microsegundos y no existe calentamiento térmico. Y por tanto, la recuperación es más rápida y con menos secuelas”, explica Óscar Lucía, investigador del Grupo de Electrónica de Potencia y Microelectrónica (GEPM), que ha participado en este desarrollo junto a José Miguel Burdío, coordinador principal del GEPM, Héctor Sarnago y Alejandro Naval. 

Por parte de la Universidad Pompeu Fabra, han colaborado Antoni Ivorra, coordinador del BERG, Grupo de Investigación del Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (DTIC) y Quim Castellví.

Pie de foto: De izquierda a derecha, José Miguel Burdío, coordinador principal del GEPM, Óscar Lucía, Alejandro Naval y Héctor Sarnago.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *