En la Asamblea de Madrid se debate en estos días la propuesta para aprobar la adaptación de las leyes para que las estaciones de servicio vuelvan a contar con personal empleado que sean los encargados de repostar nuestros coches.
Todos los partidos (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos) se han alineado para que el Gobierno autonómico de Cristina Cifuentes a saque adelante una norma que obligue a todas las gasolineras a contar al menos con una persona que atienda a los conductores.
Madrid se convertirá así en la novena comunidad autónoma que pondrá fin en España a las llamadas estaciones de servicio desatendidas. Las restantes que han optado por esta medida son Navarra, Asturias, Baleares, Andalucía, Castilla-La Mancha, Aragón, Murcia y Comunidad Valenciana. Los vetos llegan casi al mismo tiempo en que habían comenzado a desarrollarse un tipo de surtidores, contra los cuales, se han venido manifestando distintas asociaciones de gasolineros y centrales sindicales que las consideran una amenaza a su negocio y el empleo, respectivamente. Tal es el caso de Galicia que, a mediados del año pasado, comenzó a tramitar un decreto para la implantación de este tipo de gasolineras automáticas que ofrecen precios inferiores a los de las tradicionales.
Al analizar su normativa de consumo, Andalucía, que fue la primera en aplicar la prohibición, entendió que la venta minorista desatendida no puede admitirse, para lo que alegó razones de seguridad o sanitarias. En su día, la Junta aceptó la petición de la Asociación Andaluza de Vendedores al por Menor de Carburantes y Combustibles (Agavecar), argumentando que la Ley de Hidrocarburos ya establece que las gasolineras deben “cumplir con el resto de la normativa vigente en cada caso (..) referente a la metrología y metrotecnia y protección de los consumidores y usuarios”.
En este sentido, recordó que si se establece el autoservicio en horario diurno, debe haber en el establecimiento al menos una persona para atender al clientes.
En España no ha estadísticas oficiales sobre el número de este tipo de estaciones. El Ministerio de Industria las incluye en el segmento low cost (que se engloban en las marcas blancas y que no necesariamente carecen de personal), que sumarían unos 500 puntos de venta o el 5% del total. Fuentes del sector aseguran que las desatendidas son residuales y apenas suman el 1%. Por el momento, estas solo están obligadas a contar con un sistema automático de extinción de incendios.
Dentro de las gasolinas low cost con empleados, hay un modelo híbrido (las que cuentan con personal todo el día y las que solo atienden en horario diurno). De hecho, muchas de las comunidades autónomas prohibicionistas están imponiendo la obligación de contar con un empleado solo en horario diurno, pues, de lo contrario -entienden- se cerrarían muchas en zonas rurales o polígonos, que quedarían directamente sin servicio. En casi todos los casos, la atención directa a personas minusválidas es obligatoria.
Las grandes petroleras, como Repsol o Cepsa cuentan con gasolineras low cost (incluidas algunas automáticas) que consideran proyectos pilotos: la primera, 15, y la segunda, 10. En Repsol aseguran la mayoría están en la zona del Mediterráneo y que, en el caso de las desasistidas, han acatado la nueva normativa en las comunidades que les han obligado a contar con empleados.