Amazon nos quiere llevar al espacio

El fundador de Amazon, Jeff Bezos, tiene un sueño: ser el pionero en el turismo espacial, una interesante carrera ‘privada’ en la que compite contra Richard Branson (Virgin) y Elon Musk (Tesla). Por ahora, ninguno de ellos ha conseguido alcanzar el objetivo de poner en órbita una nave tripulada por civiles que paguen un caro billete (se habla de entre 250.000 y 300.000 euros) por disfrutar de las vistas de la tierra desde el espacio.

Hace unos meses, Blue Origin (la compañía aeroespacial fundada por Bezos) envió al espacio su nave New Shepard y trajo la cápsula del cohete de vuelta a tierra. La nave espacial aterrizó a apenas un metro de donde había despegado, a pesar de los vientos laterales de más de 190 kilómetros por hora.

Unas pruebas que siguen adelante y con las que Bezos espera ser el primero en poner a un turista en órbita y, sobre todo, traerlo de vuelta sano y salvo. Uno de los principales incovenientes que tienen ahora mismo todos los proyectos está en la propia reutilización de las cápsulas espaciales, algo que es clave para la viabilidad económica del proyecto y en lo que Blue Origin dio un importante paso adelante al poder recuperar la nave de sus pruebas.

 

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