El imparable avance de la tecnología hacia la conectividad total [RECOMENDAMOS: 5G, la revolución de Internet en las cosas pequeñas] hace que abunden las investigaciones que buscan ampliar esta capacidad, como una de las grandes necesidades a corto y medio plazo de la sociedad interconectada. Casi todos coinciden en un punto de partida en común: conseguir un mundo en el que sea posible conectarse a Internet desde cualquier punto y a una enorme velocidad.
En una de las propuestas más interesantes están trabajando el científico es alemán Harald Haas y su equipo del departamento de Comunicaciones Móviles de la Universidad de Edimburgo. Haas está considerado el inventor del Li-Fi (Light Fidelity), una tecnología inalámbrica de transmisión de datos a través de ondas lumínicas, más concretamente, a través de las bombillas LED que puede haber en cualquier hogar o edificio. Los investigadores dirigidos por Haas han demostrado que cualquiera de estas bombillas puede transmitir datos a través de una ligera variación de luz imperceptible para el ojo humano. Y, además, la infraestructura para implementarlo ya está instalada.
El Li-Fi, afirma Haas, es más eficiente, más barato y más rápido que las conexiones inalámbricas que utilizamos en la actualidad; pero no sólo ofrece estas ventajas, sino que será imprescindible en el futuro porque, según asegura el alemán: “en el 2025 ya habremos agotado todo el espectro radioeléctrico”.