El hospital de campaña de IFEMA de Madrid cierra sus puertas este primero de mayo, cuarenta días después de comenzar a recibir sus primeros pacientes -han pasado más de 3.800 en total-, pero deja preparadas sus instalaciones ante la posibilidad de que vuelva a ser necesario abrirlo si hay un rebrote de la COVID-19.
En el pabellón 5, de forma provisional, y luego en los pabellones 7 y 9 del recinto ferial de Madrid, que albergaban 550 y 750 camas, respectivamente, un millar de profesionales sanitarios, muchos de ellos derivados de centros de Atención Primaria, han atendido pacientes con coronavirus en sus 1.300 camas (16 de ellas de cuidados intensivos) .
El hospital de campaña comenzó a funcionar el pasado 22 de marzo tras un proceso de instalación vertiginoso, que permitió que el recinto ferial de IFEMA de Madrid pudiera acoger pacientes, muchos de ellos muy graves, en solo unas horas.
Durante estas semanas IFEMA ha sido el hospital más grande de España por el número de camas ocupadas, con casi 1.300, un millar de profesionales sanitarios y servicios de lavandería, limpieza, un servicio de catering que ha servido más de 175.000 comidas en total, así como una pequeña biblioteca para los enfermos.
Además, se habilitaron cuatro habitaciones en los pabellones para que los pacientes graves «en sus últimos momentos de vida» pudieran estar acompañados por un familiar ataviado con un equipo de protección, según explicó el director de la instalación, Antonio Zapatero.
También contó con un área de laboratorios y de Rayos X, con un gran almacén en el pabellón 10, así como con oficinas en las plantas altas mientras que en los subterráneos de los pabellones 7 y 9 se instalaron 26 kilómetros de canalizaciones que van a cada una de las camas, cuyos puntos permanecerán.
El equipamiento médico instalado con la ayuda del Ejército de Tierra, que ha prestado colaboración durante todo ese periodo tanto en instalaciones como en el manejo del almacén, incluye un depósito de oxígeno líquido de más de 50.000 litros, y esa infraestructura se mantendrá para volver a montarlo de la misma manera si fuera necesario en menos de 48 horas.
Ya el pasado 17 de abril la Comunidad decidió cerrar el pabellón 7, debido a la bajada de la presión asistencial.
«El hospital no se cierra, se va a apagar. Saldrán los equipos sanitarios pero quedará montado al menos durante el mes de mayo» por si hubiera un repunte de la COVID-19 y, transcurrido un mes, se prevé «desmontarlo manteniendo todas las instalaciones con el objetivo de reactivarlo en menos de 48 horas si fuera necesario», ha dicho a Efe el director general del instituto ferial, Eduardo López Puertas.
IFEMA, una vez «apagado» el hospital, centrará sus esfuerzos en organizar para el otoño las ferias aplazadas en el primer semestre y reactivar así lo antes posible la actividad económica.