El All England Lawn Tennis Club está huérfano de tenis, pero no de solidaridad, ya que una vez que fue suspendido este año el torneo de Wimbledon debido a la pandemia del covid-19, sus instalaciones, en concreto sus cocinas, se abrieron para ayudar a los más necesitados, con un frenético ajetreo para cocinar unos doscientos menús diarios.
Todo como si estuvieran en pleno torneo. La concesionaria del catering oficial, Food and Drink, se encarga de elaborar la comida, bajo la supervisión del chef jefe, Adam Fargin, mientras que City Harvest, una asociación benéfica de distribución de excedentes de alimentos con la que el club lleva años colaborando, es quien la distribuye en los barrios cercanos de Merton y Wandsworth para que llegue a aquellas personas que lo necesitan