Es noticia Sir Isaac Newton (1642- 1721), matemático y físico, pero también teólogo, filosofo, inventor y… alquimista. La alquimia, considerada por muchos como la ‘ciencia del medievo’ precursora de la química moderna, vuelve a la palestra. Esta práctica tenía como principal objetivo convertir los metales básicos, como el plomo en oro. Lo que a día de hoy no se sabía es que Newton dejó un manuscrito en el que desvelaba los misterios para conseguir este fin.
El documento, escrito por su “puño y letra”, ha pertenecido a una colección privada a lo largo de décadas. Pero a principios de 2016, la Chemical Heritage Foundation lo adquirió a través de una subasta.
Los apuntes de este documento, actualmente están considerados como algo místico y perteneciente al mundo de la pseudociencia, describen cómo fabricar el ingrediente esencial para obtener la piedra filosofal: “mercurio sófico”.
Y… ¿qué es la piedra filosofal?
Es un elemento que está compuesto por una mezcla de pirita, ácido tartárico, rocío y lo que se denomina el mercurio de los filósofos o «mercurio sófico». Justo el ingrediente que narra Isaac Newton en este manuscrito.
¿Qué se pretendía o para qué servía la piedra filosofal?
Con ella se podía convertir un metal básico en oro, calentándolo y fundiéndolo, mezclándolo… Haciendo distintas experimentos… Estos precursores de la química llegaron a pensar que con ella podrían lograr la vida eterna. Por esta y otras razones, esta práctica fue entrando en decadencia y fue en el año 1727 –después de la muerte de Newton-cuando un grupo de químicos más profesionales llevaron a cabo una campaña tabú en la que quedó relegada la alquimia.
Voelkel, experto en este tipo de manuscritos antiguos de la Chemical Heritage Foundation ha declarado tras el hallazgo: “Lo que es un poco más loco es la noción que existe de esta piedra filosofal que permite efectuar esta operación -convertir plomo en oro de forma automática-”.
Quizá el valor del manuscrito reside en el interés que Newton desarrolló sobre la alquimia a lo largo de su vida, y que en esta ocasión, queda patente ya que en la parte de atrás de dicho documento aparecen nuevas notas alquímicas relativas a otros hallazgos.