El secreto del milagro del 73-9 de los Warriors de la NBA

El vigente campeón de la NBA, los Golden State Warriors, acaban de batir el récord de los Chicago Bulls de Michael Jordan al firmar su victoria número 73 en 82 partidos de la temporada regular, al derrotar el pasado miércoles a los Memphis Grizzlies por 125 a 104.

Los Warriors, grandes favoritos a retener la corona, han encajado sólo nueve derrotas desde el inicio de la temporada 2015-2016, algo nunca visto en la historia de la NBA.

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En todas las canchas de la NBA, la liga profesional de baloncesto de Estados Unidos, a unos 7,31 metros de la canasta hay una delgada franja pintada sobre el piso en forma de semicírculo. Su objetivo es marcar el límite entre los lanzamientos que valen dos puntos y tres puntos.

En 1979, cuando la NBA dibujó las líneas por primera vez, los jugadores no entendían muy bien para qué servían. Apenas 3% de los lanzamientos encestados esa temporada fueron de 3 puntos.

Durante las siguientes tres décadas, el porcentaje creció paulatinamente hasta 22% y se estancó durante muchos años. Hasta que llegaron los Golden State Warriors.

Los Warriors, los actuales campeones de la NBA, superaron la marca de 72 victorias logradas por un equipo durante la temporada regular, establecido en 1996 por los Chicago Bulls encabezados por Michael Jordan. Gran parte del mérito recae sobre la estrella del equipo, el base Stephen Curry que está teniendo una de las mejores temporadas en la historia de este deporte.

Pero hay otra historia por contar: la del grupo de ejecutivos con poca experiencia dirigido por un inversionista de Silicon Valley que en 2010 compró una franquicia atribulada y se dispuso a rehabilitarla al responder una pregunta: ¿qué pasaría si tratamos de armar un equipo de baloncesto haciendo caso omiso de las reglas tradicionales?

El éxito de los Warriors se reduce esencialmente a la heterodoxa conclusión alcanzada por los ejecutivos: la línea de 3 puntos es una ineficiencia del mercado escondida a plena vista.

Hasta hace unos días, los Warriors habían encestado 1.025 lanzamientos de 3 puntos, por mucho la mayor cantidad en la historia de la NBA. Curry ha convertido más tiros de este tipo que ningún otro jugador en la historia y lo está haciendo a un ritmo de 45,6%, superior a la media de todos los tiros de la liga. 

También ha superado en 34% su propia marca de lanzamientos de 3 puntos en una temporada. La distancia tampoco parece afectar su precisión: Curry tiene mejor puntería a 9 ó 12 metros del aro que lo que el jugador promedio de la NBA a uno o dos metros.

El resultado es un sistema de juego para el que nadie ha encontrado una forma de derrotar.

“Lo que es muy interesante es que en el mundo del capital de riesgo y el financiamiento de startups, a veces el mundo entero puede estar equivocado”, señala Joe Lacob, el dueño principal del equipo y socio de la firma de capital de riesgo Kleiner Perkins Caufield & Byers. 

“[Hasta que nos hicimos cargo de The Warriors] nadie había ejecutado realmente un plan de juego, una arquitectura de alrededor de la cual se forjara un equipo, en torno a los lanzamientos de 3 puntos”.

En 2010, los Warriors no habían ganado un título de la NBA desde 1975. Su dueño anterior, Chris Cohan, era detestado por muchos fans.

De todos modos, la competencia para comprar el equipo fue feroz. Para desplazar a su principal competidor, el fundador de Oracle Corp. Larry Ellison, Lacob y el magnate del entretenimiento Peter Guber desembolsaron 450 millones de dólares , hasta ese momento la mayor cifra pagada por un equipo en la historia de la NBA.

Lacob, de 60 años, reunió un grupo de expertos de baloncesto como si fuera la junta de una de sus empresas. Desde un comienzo, los nuevos dueños enfatizaron el análisis de datos.

Así llegaron a prestar atención a la línea de los 3 puntos. En general, los jugadores de la NBA convierten el mismo porcentaje de tiros desde los 7 metros que desde los 7,30 metros, pero debido a la línea de los 3 puntos, los valores de esos tiros eran radicalmente distintos. Los de 7 metros tenían un valor promedio de 0,76 puntos, mientras que los de 7,3 valían 1,09.

Los Warriors detectaron una oportunidad. Con sólo correrse unos centímetros hacia atrás antes de lanzar el balón, un jugador podía mejorar su tasa de retorno en 43%.

Los Warriors no fueron el primer equipo deportivo en prestar atención a las estadísticas (en el béisbol se ha hecho por décadas) ni el primero en advertir el potencial de los tiros de 3 puntos. La diferencia fue lo que hicieron con esta información.

Durante muchos años después de que James Naismith inventara el baloncesto en 1891, la opinión predominante fue que el área más importante de la cancha era cerca de la canasta. De los tiros en bandeja “finger-rolls” de Wilt Chamberlain en los 60 a los ganchos de Kareem Abdul-Jabbar en los 70 y los mates de Jordan en los 90, la NBA fue el reino de los jugadores que dominaban el aro.

En 2009, cuando los anteriores dueños de los Warriors contrataron a Curry, éste no parecía un jugador destinado al estrellato. No obstante, cuando los nuevos dueños articularon su estrategia de los tres puntos, Curry pasó a ser la figura central.

La primera prueba de fuego fue una decisión polémica: la venta del mayor anotador del equipo, Monta Ellis. Algunos creían que Ellis y Curry eran muy parecidos, otros pensaban que era una locura desprenderse de su jugador más popular.

La semana después de la venta, en 2012, Lacob fue abucheado por los aficionados y el equipo terminó la temporada en uno de los lugares más bajos de la tabla de posiciones.

Los Warriors, sin embargo, estaban armándose en torno a Curry y su capacidad para acertar tiros de 3 puntos. Otro paso crítico fue la contratación del base Klay Thompson en 2011. También él era un excelente tirador. Con una estatura de 2 metros, Thompson le llevaba más de 10 centímetros a Curry.

La apuesta fue que Thompson intimidaría tanto a los defensas del equipo contrario que se amontonarían para bloquearlo, dejando libre a Curry. Pero debido a que era tan alto, Thompson podía defenderse y disparar sobre los defensas sin ser bloqueado, lo que ayudaría a los Warriors a competir con equipos que contaran con la estatura de sus jugadores para frenar a Curry.

Lo más interesante del planteamiento era su novedad. En general, los equipos con buen porcentaje de tiros de 3 puntos tienen un excelente lanzador rodeado por varios jugadores de apoyo.

Thompson se incorporó al equipo al día siguiente de la partida de Ellis. Cuando comenzó la temporada 2014-15, los Warriors habían completado el plantel con las incorporaciones de Andrew Bogut, un pivot de 2 metros que protege el cesto propio y apuntala la defensa; Draymond Green, un jugador polifuncional y los bases Andre Iguodala y Shaun Livingston. 

“Ellos complementan los lanzamientos”, dijo Bob Myers, el presidente del equipo, “a pesar de que no son tiradores”.

El equipo también sustituyó al entrenador Mark Jackson por Steve Kerr, un ex jugador de cinco equipos campeones de la NBA que se había retirado con una tasa de tiros de 3 puntos de 45,4%, la más alta en la historia de la NBA. Este fue su primer trabajo como entrenador en la NBA.

Esa temporada, con todas las piezas en su lugar, los Warriors pusieron sobre el terreno a cinco jugadores de entre 1,90 y 2 metros capaces de anotar disparos de 3 puntos. 

Esta alineación—llamada la “alineación de la muerte”—permitió a los Warriors obtener 9% más de disparos de 3 puntos que el año anterior, el porcentaje más alto de toda la liga.

Esta combinación obligó a los oponentes a extender su defensa hasta la línea de 3 puntos, generando una gran cantidad de espacio que los Warriors podían explotar. Curry estableció un récord de tiros de 3 puntos y fue nombrado el jugador más valioso de la NBA. 

Esa temporada, los Warriors vencieron a los Cleveland Cavaliers y se alzaron con su primer título de la NBA en 40 años.

Claramente, los ejecutivos habían dado con una fórmula ganadora. Entonces empezaron a pensar sobre cómo seguir mejorando.

El plan había comenzado a tomar forma en 2013, durante un partido de playoffs contra los San Antonio Spurs. Durante una posesión a principios del primer trimestre, Curry dribló alrededor de un contrario y se halló frente a un espacio abierto; antes incluso de apoyar sus pies en el piso, Curry lanzó. Tres puntos.

Myers no lo podía creer. Mientras la pelota pasaba por la red, se volvió a sus colegas para confirmar lo que había visto. Curry, en efecto, había lanzado la pelota apoyado en un solo pie. “¿Quién dispara un tiro de tres puntos apoyado en una pierna?”, preguntó.

Curry había llegado al extremo en que podía convertir hasta 10 lanzamientos de tres puntos durante un partido sin que nadie lo notara. Y la distancia desde donde tiraba no afectaba su efectividad; antes de cada juego, Curry practicaba lanzando desde media cancha.

El equipo concluyó que cualquier posesión que terminara con un tiro de 3 puntos de Curry valía la pena. Esta temporada, los Warriors lanazaron 17% más tiros de tres puntos que en la temporada anterior y Curry está realizando más de 11 lanzamientos por partido; hasta ahora, ningún jugador de la NBA había intentado más de nueve. La temporada pasada, Curry convirtió 286 tiros de 3 puntos. Esta temporada ha superado los 400 triples (402). El resultado es que los defensores contrarios se alejan aún más del aro para marcarlo, abriendo espacios aún más grandes para sus compañeros.

El éxito de los Warriors esta temporada ha transformado a Curry, de 28 años, en una de las más grandes estrellas de la NBA. Su celebridad ha elevado el perfil del tiro de 3 puntos.

“No sé porque se demoró tanto”, dijo Lacob. “Uno creería que en el ámbito de los deportes alguien lo habría intentado hace muchos años”.

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