En el último año las redes sociales se han inundado de canapés, platos, guisos, postres y todo tipo de recetas.
En especial, los usuarios de Facebook han visto como sus páginas de inicio (los llamados ‘Time Line’) se llenan de breves vídeos que explican en pocos segundos cómo ejecutar recetas dignas de auténticos chefs profesionales.
Unas manos anónimas preparan en segundos menús que pueden hacer las delicias de cualquier comida familiar
Casi ni hace falta ser seguidor de este tipo de cuentas, ya que resulta muy habitual que los amigos que tiene el usuario los compartan en sus propios perfiles, invadiendo así la lista de contenidos a los que uno tiene acceso desde sus mismos contactos.
Así cocina Facebook en 30 segundos
El formato de estos vídeos de cocina suele ser siempre el mismo: una toma fija, con plano subjetivo, cenital y cámara acelerada, va mostrando los ingredientes y su forma de elaboración a medida que se preparan y se añaden a la receta. No hay tiempo de presentaciones ni apenas de tomar notas, algo para lo que los más aplicados recurrirán al botón de pausa.
Fíjate en la imagen de arriba, cualquiera sería capaz de hacer esas tortitas de plátano en unos minutos con solo seguir esos cinco fotogramas
Tampoco hay caras que valgan, solo unas manos limpias, anónimas y, sobre todo, hábiles que preparan en unos segundos menús que pueden hacer las delicias de cualquier soltero, cita, comida familiar o cena de compromiso.
En su rapidez, originalidad y, especialmente, su sencillez está su éxito. No hay lugar para preparaciones laboriosas o ingredientes rebuscados. Es la reinvención del concepto ‘Fast Food‘, pero de calidad.
Nada de marcas (a menos que paguen), claro que esto también supone la creación de una nueva línea de explotación para las empresas del sector de la alimentación, que ahora pueden mostrar de forma directa todas las posibilidades culinarias que tiene su producto, a través de un medio de coste realmente bajo.
¿Quién parte ‘el bacalao’ en Facebook?
Como otros tantos casos, el éxito de estos vídeos de recetas en Facebook se mide fácilmente a través del número de seguidores.
Por poner un par de ejemplos, la página ‘Tasty‘ (inglés) cuenta con 46,1 millones de fans, mientras que ‘Sabores‘ (español) tiene 5,7 millones, y los vídeos que comparten superan en muchas ocasiones los 20 millones de reproducciones, una audiencia que ya quisiera cualquier cadena de televisión para sus tradicionales programas de cocina con algún chef de renombre al frente.
Y es que las comparaciones son odiosas, pero parece que los mejores cocineros del mundo tienen difícil plantar cara esta digital batalla gastronómica lejos de los fogones.
Uno de los más conocidos, el británico Jamie Oliver, tiene 5,2 millones de ‘Me Gusta’ en su página de fans. El chef más popular y veterano de la televisión en España, Karlos Arguiñano, tiene 1,2 millones de seguidores, Martín Berasategui tiene 240.000, Juan Mari Arzak se queda en 106.000, Alberto Chicote 133.000, Ferrán Adrià tiene 43.600, Paco Roncero 22.500, solo 8.200 para Joan Roca y el chef de moda en España, Dabiz Muñoz, apenas cuenta con 9.600 (su página no tiene contenido), mientras que su restaurante Diverxo tiene 19.800. El considerado mejor cocinero del mundo en 2015 por la revista francesa Le Chef, el galo Pierre Gagnaire, solo cuenta con 4.000 seguidores.
Aunque hay que matizar que, más allá de su fama, en todos estos casos, resulta clave el nivel de actividad que tienen en sus redes sociales, el tipo de contenidos que comparten, si gestionan estos perfiles personalmente, etc.
Por último, y para ilustrar en ejemplo de las empresas del sector que aprovechan esta nueva forma de poder mostrar su producto, la página de Gallina Blanca tiene 91.000 seguidores.